lunes, 7 de marzo de 2011

Ponchador

Por Raúl de la Cruz

Guadalajara, Jalisco. México.- Lo había advertido. El Canelo desde 2009 tiene bastantes problemas con el peso y lo del viernes no fue la excepción. Todo es producto de la improvisación y del pésimo manejo de su carrera. El boxeador no puede estar por encima de sus manejadores y en ese sentido su manager, José Reynoso, es un alcahuete. Su hijo, Edison, apenas es un aprendiz de entrenador. Los argumentos esgrimidos me parecen una babosada del tamaño de la torre del puente Atirantado. “No dio el peso por el frío”, de risa y carcajada. Sin embargo, el muchacho todavía puede salvarse. Ya es tiempo de que tome decisiones drásticas, por su bien, que los mandé a la chingada. Ya cumplieron, ya les dio a ganar dinero. Tiene que adelantarse puesto que sé de muy buena fuente que si Tutico Zabala gana la demanda interpuesta contra Golden Boy Promotions, los correrá. De la misma manera me enteré que Oscar de la Hoya no quedó nada contento con su preparación. Llego a comentar que no está dispuesta perder dinero por malas preparaciones y ya anda buscando un equipo de trabajo. Lo toma o lo deja. Es decir, por los dos lados, la decisión está tomada. Chepo y toda su familia, ahhh porque todos sus hijos cobran del sudor y los putazos que le pegan al Canelo. Por el optro lado, Saúl Santos Álvarez Barragán, si quiere hacer algo de trascendencia en el boxeo, se tiene que disciplinar.

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