PONCHADOR
Por Raúl de la Cruz
La inquietud se desprende de las responsabilidades que guardan los deportistas de alto rendimiento en el ámbito social. Son modelos y cualquiera de sus actos son imitados, sobre todo por niños y jóvenes. En ese sentido podrán decir cualquier cosa de Hugo Sánchez, Rafael Márquez, Lorena Ochoa, Javier Hernández, Paola Espinoza; que a lo mejor tienen mala prensa, son soberbios o sangrones pero jamás los hemos visto involucrados en escándalos que atenten contra su imagen. Todos han sabido combinar el desempeño deportivo con la responsabilidad que les deparó la sociedad. Hugo Sánchez se constituyó como el mejor goleador mexicano de todos los tiempos en el extranjero y su comportamiento fuera de las canchas fue ejemplar, nunca se supo que anduviera borracho haciendo escándalos. En el mismo contexto podría decir lo mismo de Rafael Márquez, Lorena Ochoa, Paola Espinoza y Chicharito Hernández. Hay un sustento intelectual pero también proceden de una solida estabilidad familiar, aspecto importante para un deportista. Todos ellos estuvieron preparados para los embates de la adulación desmedida, constituyeron su comportamiento, dentro y fuera de los escenarios deportivos, a través de la educación familiar e intelectual. Rafael, Lorena, Paola y Javier tiene por lo menos estudios de pregrado. Tengo conocimiento que todos manejan, por lo menos, dos idiomas aparte del español. Motivo por el cual, son ejemplos para las nuevas generaciones de deportistas, por qué no, para niños y jóvenes. Tengo la certeza de que muchas de sus hazañas fueron imitadas y no descarto la posibilidad de que muchos jóvenes se dedicaron al deporte de alto rendimiento teniéndolos como su imagen. Lo mencionado viene a colación por dos acontecimientos vergonzosos que deja mal parados a nuestros deportistas: la escena que protagonizaron Marco Fabián y Venado Medina y el pleito callejero entre Santos Álvarez y Archi Solís. El primero de los casos es un mensaje terrible y me complace que la directiva de inmediato tomara cartas en el asunto y el segundo es consecuencia de problemas serios de personalidad. Conozco a los dos y se me ponen en la balanza la palabra de uno y de otro, sin lugar a dudas me quedo con la del Archi . Comentario aparte merece el deslinde de José Sulaiman. Cómo puede un presidente de un organismo decretar la inocencia de Canelo sin investigar. Eso que se lo deje para las autoridades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario