Por Raúl de la Cruz
Tlajomulco de Zúñiga Jalisco.- Saúl “Canelo” Álvarez ganó una pelea que ya tenía ganada desde que fue anunciado que se enfrentaría al veterano peleador británico Ryan Rhodes por nocaut técnico en once asaltos en pelea celebrada en la arena VGF de Tlajomulco ante una gran entrada. Fue su primera defensa de un cuestionado campeonato que ganó a Mathew Hatton.
Este resultado tiene varias aristas mediáticas. Si usted lo vio por Televisa Deportes seguramente se quedó con la impresión, con el respeto de su inteligencia, que Canelo tuvo una actuación soberbia porque se vio ¡grandioso!, ¡impresionante!, ¡extraordinario! ante un peligroso rival que muy pocos podían derrotar. Sobre todo si los adjetivos vinieron del Dr. Morales comentarista estrella de esa empresa. Nos cuesta trabajo entender como cuando pelea el Canelo al Finito López no se le ocurren los consejos que suele dar a otros peleadores. Para la gente de Televisa el peleador de San Agustín es un consagrado del boxeo mexicano.
Pero si usted vio la por Space seguramente se encontró con una narración pausada, mesurada de Juan Arenas quien al final concluyó que fue buena la pelea del Canelo pero que todavía le falta mucho para llegar a los niveles de los peleadores estrellas.
Y si usted tuvo la oportunidad de asistir a la Arena VFG seguramente se divirtió más con la pelea protagonizada por dos parroquianos que se dieron con todo entre ring side y la tribuna. Como dice el jilguero mayor de Televisa, “qué manera de ponerse en la madre”.
Ahora bien, desde el punto de vista personal habría que puntualizar el festejo desmedido de su “equipo de trabajo” desde que pasó la prueba de la bascula. Álvarez es un welter natural y si pelea en el Superwelter es por indisciplinado y por el favor que le hace el CMB. Ryan Rhodes nunca le representó peligro alguno porque los mejores años de ya pasaron. Le ganó cuando quiso, tal vez sobrellevó la pelea por instrucciones de la televisora: a más rounds más comerciales.
En ese contexto lo vi carente de habilidades técnicas, falto de recursos estratégicos, es decir, no es el Canelo que vimos antes del 2010. Por la sencilla razón de que no tiene esquina. Al final cacarearon sus avances, sin embargo para quienes lo conocemos desde el inicio de su carrera lo observamos en retroceso. A pesar del campeonato regalado que ostenta aun le falta bastante para enfrentar a peleadores como André Berto, Miguel Cotto, Antonio Margarito y hasta el “Perro” Angulo tan solo para citar algunos.
Por supuesto que ganó merecidamente. Incuestionable. Pero tampoco es para echar las campanas al vuelo. Le falta mucho camino por recorrer. Mientras seguirá siendo el Mataviejitos por responsabilidad de quienes manejan su carrera. Es tiempo de que enfrente a un peleador de categoría como los mencionados arriba, es tiempo de que no le sigan haciendo daño porque las caídas en ese sentido son irreversibles y cuesta mucho sobreponerse. Justamente pregúntenle a Ryan Rhodes.
2 comentarios:
Excelente, columna, está claro que el "show business" es mucho más redituable que una justa deportiva entre dos pugilistas de similares características, comenzando porque Saúl tiene problemas cada vez que sube a la báscula y que como dice usted, es común verlo ante boxeadores de edad avanzada.
Seguiremos en espera de verlo boxeando como se debe, porque esto apenas va comenzando y no se le ve pronto fin, a menos que se les ocurra voltear a ver el "ranking" de su peso y se le quite el miedo (de perder dinero) por escoger a uno de los 3 primeros, para entonces sí, demostrar quién dice que es.
Gracias por el comentario, le informo que a un mes de su pelea contra Poncho Gómez pesó casi seis kilos arriba. Díficil que los baje y otra vez se muestra irresponsable porque no tiene quién lo meta en cintura
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